La lucha contra la propagación de enfermedades infecciosas es una batalla que se lleva a cabo desde muchos frentes. En muchos casos, un diagnóstico rápido y preciso es el primer paso y el más eficaz para superar este reto, con la información y la educación como herramientas de control fundamentales..
El cribado es la primera línea de defensa, no solo para la persona con riesgo de empeoramiento de la enfermedad, sino también para las comunidades más amplias. Los profesionales sanitarios pueden compartir datos de brotes con investigadores y autoridades gubernamentales, lo que permite la creación de planes de acción de gestión de la salud a nivel individual, local o incluso nacional.