Cardiac C-Reactive Protein High Sensitive

Un sólido factor de predicción de la enfermedad cardiovascular

Paquete de reactivos

Cardiac C-Reactive Protein High Sensitive (hsCRP): Un factor de predicción de la enfermedad cardiovascular

 

La enfermedad cardiovascular (ECV) es una carga importante para la salud: una alta proporción de pacientes no se clasifican correctamente o incluso se omiten por completo en la evaluación del riesgo cardiovascular (CV)

Más del 60% de los pacientes que padecen acontecimientos coronarios tienen solo uno, o incluso ninguno, de los factores de riesgo tradicionales, y más de la mitad tienen valores lipídicos normales o ligeramente elevados1

Las directrices de la Sociedad Europea de Cardiología (European Society of Cardiology, ESC) sobre prevención del riesgo CV utilizan gráficos del riesgo SCORE para calcular un riesgo de 10 años de la enfermedad CV mortal, que tienen en cuenta la edad, el estado de tabaquismo, la presión arterial sistólica y el colesterol total2

Es posible incluir otros factores adicionales para ayudar a mejorar aún más la evaluación general del riesgo2

La PCRas ha demostrado ser un factor de predicción de la ECV en múltiples estudios

 

  • Los estudios prospectivos a gran escala en EE.UU. y Europa han mostrado sistemáticamente el valor predictivo de la PCR en la ECV 3,4
  • La proteína C reactiva de alta sensibilidad ha demostrado ser un mejor factor de predicción del riesgo de episodios cardiovasculares que el colesterol de lipoproteínas de baja densidad (LDL)3,5
  • En un metanálisis de 22 estudios con un seguimiento medio de 12 años, el tercil superior de la PCR mostró un riesgo cardíaco un 58% mayor en comparación con el tercil inferior de la PCR6

 

Los modelos de predicción del riesgo pueden mejorarse mediante la adición de PCRas

 

  • Más del 20% de todos los participantes con riesgo intermedio podrían reclasificarse con la adición de PCRas3

 

Varias directrices recomiendan el uso de la PCRas en la predicción del riesgo

 

  • Las directrices de la ESC recomiendan que la PCRas pueda medirse como parte de una evaluación de riesgos optimizada en pacientes con un perfil de riesgo CV inusual o moderado9
  • Si el riesgo es intermedio (10% – 20%) y la incertidumbre permanece en cuanto al uso de tratamientos preventivos como estatinas o Aspirina®, la medición de la PCRas podría ser útil para una clasificación adicional en una categoría de riesgo superior o inferior10
  • El uso opcional de PCRas puede ser útil para identificar a los pacientes sin ECV establecida que pueden tener un riesgo absoluto superior al calculado por los principales factores de riesgo, específicamente aquellos pacientes con riesgo intermedio (p. ej., riesgo de cardiopatía coronaria del 10% al 20% durante 10 años). El resultado puede guiar a los médicos en la evaluación de un diagnóstico posterior o en las decisiones de tratamiento11

  1. Young, I., Rifai, N. (2009). Proteína C reactiva de alta sensibilidad y enfermedad cardiovascular. Clin Chem. 55, 201-2.
  2. Perk, J. et al. (2012). European Guidelines on cardiovascular disease prevention in clinical practice. Eur Heart J. 33(13), 1635-701.
  3. Ridker, P.M. et al. (2002). Comparison of C-reactive protein and low-density lipoprotein cholesterol levels in the prediction of first cardiovascular events. N Engl J Med. 347, 1557–1565.
  4. Koenig, W. et al. (2004). La proteína C reactiva modula la predicción del riesgo basándose en la puntuación de Framingham: implicaciones para la evaluación futura del riesgo: resultados de un gran estudio de cohortes en el sur de Alemania. Circulation. Mar 23;109(11), 1349-53.
  5. Yeh, E.T., Willerson, J.T. (2003). Coming of age of C-reactive protein: using inflammation markers in cardiology. Circulation. Jan 28;107(3), 370-1.
  6. Wald, D.S. et al. (2002). Homocysteine and cardiovascular disease: evidence on causality from a meta-analysis. BMJ 325, 1202.
  7. Beaglehole, R., Reddy, S., Leeder, S.R. (2007). Poverty and human development: the global implications of cardiovascular disease. Circulation 116, 1871-1873.
  8. Fruchart, J.C., Nierman, M.C., Stroes, E.S., Kastelein, J.J., Duriez, P. (2004). Nuevos factores de riesgo para la aterosclerosis y la evaluación del riesgo para el paciente. Circulation 109 (23 Suppl 1), III15–III19.
  9. Myers, G. et al. (2009). (NACB LMPG Committee Members). National Academy of Clinical Biochemistry Laboratory Medicine Practice Guidelines: Emerging Biomarkers for Primary Prevention of Cardiovascular Disease. Clinical Chemistry. 55, 378–384.
  10. Pearson, T.A. et al. (2003). Markers of inflammation and cardiovascular disease: application to clinical and public health practice: a statement for healthcare professionals from the Centers for Disease Control and Prevention and the American Heart Association. Circulation;107, 499-511.
  11. Koenig, W. (2013). High-sensitivity C-reactive protein and atherosclerotic disease: from improved risk prediction to risk-guided therapy. Int J Cardiol. Oct 15;168(6), 5126-34.