Gracias a la determinación inmediata de los parámetros biológicos que ofrece Rapid Control, el farmacéutico contribuye en la detección precoz, control y tratamiento temprano de las enfermedades más prevalentes de nuestro entorno, en pacientes que acuden a la farmacia y que posteriormente pueden ser remitidos al médico ante resultados fuera de la normalidad.
La hemoglobina glicada (HbA1c) informa del nivel medio de glucosa en sangre en los últimos 2-3 meses y se usa para detectar diabetes y para realizar su seguimiento. La hemoglobina glicada (HbA1c) es el principal objetivo para el control de la glucemia
Las ventajas del control de glicada frente a las determinaciones puntuales de glucosa:
La hemoglobina glicada (HbA1c) es el principal objetivo para el control de la glucemia.
El perfil lipídico completo incluye colesterol total, HDL, LDL colesterol y triglicéridos, ayuda a valorar el riesgo de una persona a desarrollar enfermedades cardíacas o aterosclerosis.
El sobrepeso, el tabaquismo o la hipertensión son factores de riesgo fácilmente detectables. No obstante, existen otros factores de riesgo que pueden pasar desapercibidos al no causar ningún tipo de síntoma y para su detección precisan de un control de sangre.
El control y seguimiento periódico de los lípidos y la recomendación de estilos de vida saludables, ayuda a reducir o evitar valores alterados.
El control del perfil lipídico permite valorar el riesgo de sufrir eventos cardiovasculares y prevenirlos.
La mayoría de las personas con ECV tienen múltiples factores de riesgo, de los cuales varios están interrelacionados y aparecen agrupados.
La presencia de múltiples factores de riesgo añade un riesgo considerable de ECV más allá de la suma del riesgo asociado a cada factor de riesgo individual.
Alrededor del 20-25% de los adultos en todo el mundo sufren síndrome metabólico, un término que viene definido por una serie de factores de riesgo (Figura 1). Las personas con síndrome metabólico tienen un riesgo tres veces mayor de infarto de miocardio o accidente cerebrovascular y un riesgo dos veces mayor de mortalidad debido a estas afecciones. También presentan un riesgo cinco veces mayor de padecer diabetes de tipo 2.