1. Mide en cualquier lugar y momento
La medición en cualquier lugar y momento puede proporcionarte más libertad y tiempo libre.
Si estás tomando un antagonista de la vitamina K, como warfarina o acenocumarol, y mides tus propios valores de INR, puedes hacerlo en cualquier momento. Puedes dejar de llenar tu agenda con citas para sacarte sangre y sustituirlas por las cosas que quieres hacer.
2. Participa más
Puedes participar más en tu tratamiento, lo que te da la confianza y la tranquilidad de mantener el control de tu tratamiento con antagonistas de la vitamina K.
Si te preocupa si estás dentro del rango terapéutico, puedes medir tus propios valores de INR y recibir información sobre ello. Los resultados se notifican inmediatamente a tu médico, que puede realizar cualquier cambio en el tratamiento, sin esperar días a los resultados del laboratorio.
3. Adapta tu terapia
El autodiagnóstico puede facilitar la adaptación de tu tratamiento para que sea adecuado para ti y reducir potencialmente el riesgo de complicaciones como coágulos o hemorragias.
Los estudios científicos han demostrado que los pacientes que miden sus propios valores de INR pasan más tiempo en el rango terapéutico que en la atención habitual en la que se extrae la sangre y se envía al laboratorio. Más tiempo en el rango terapéutico puede significar menos probabilidades de accidente cerebrovascular o complicaciones relacionadas.1-3
4. Toma el control
Puedes tomar el control de tus propias pruebas de INR y participar más en tu propio tratamiento.
Es probable que los pacientes que midan regularmente sus propios valores de INR con el apoyo de su médico tengan un mejor control de su medicamento anticoagulante que si se someten a pruebas en una clínica o laboratorio.1-3
5. La mayoría de los pacientes pueden aprender a hacerse pruebas en casa.
Los estudios han demostrado que aproximadamente tres cuartas partes de los pacientes anticoagulados pueden aprender a medir correctamente sus propios valores de INR.4,5