Es fundamental que los laboratorios estén preparados
Una infraestructura sanitaria compleja y en constante evolución, sustentada por la calidad, seguridad y precisión, es la primera línea de defensa en la prevención contra un brote de enfermedades transmitidas por vectores.
La preparación frente a emergencias debe considerarse como parte de cualquier plan de desarrollo de un laboratorio responsable. Es necesario garantizar la escalabilidad y la flexibilidad para responder y adaptarse rápidamente para reducir los riesgos de las enfermedades emergentes transmitidas por vectores.
Esto significa que las herramientas de diagnóstico adecuadas son esenciales para la inteligencia epidémica, los sistemas de vigilancia y los métodos de investigación. Resultados fiables y precisos de calidad consistente permiten tener confianza en los resultados y soluciones.
Aumentar la eficiencia de las pruebas es una forma de garantizar la calidad y pureza de los resultados. A pesar de los altos niveles de seguridad en la forma en que se recoge, analiza, procesa y transfunde la sangre, los hemoderivados y productos de plasma siguen siendo vulnerables a las enfermedades.7 Los laboratorios necesitan confianza en la sensibilidad y experiencia clínicas para minimizar el riesgo.
Las mejores herramientas y plataformas diagnósticas son aquellas que pueden ampliarse e integrarse en un flujo de trabajo existente. Esto reduce la necesidad de adquirir nuevos sistemas, y significa que los trabajadores del laboratorio pueden aplicar su experiencia previa, lo que minimiza la carga de trabajo. Un amplio menú de ensayos que abarque diversas enfermedades, como las de Zika, VNO, Chagas, Dengue y Chikungunya, permitirá una mayor cobertura en caso de brotes epidémicos. La automatización avanzada reduce la posibilidad de errores humanos, lo que se traduce en unos resultados de los ensayos normalizados, clínicamente validados y fiables, y aumenta la confianza en los resultados.