La sífilis es una enfermedad provocada por la bacteria espiroqueta gramnegativa Treponema pallidum subespecie pallidum. En 2012, se notificaron aproximadamente 12 millones de casos nuevos de infección.1
La mayoría de personas que padecen sífilis son asintomáticas, pero, si no se proporciona el tratamiento adecuado, la infección puede provocar complicaciones importantes.2 Aunque la sífilis suele adquirirse por transmisión sexual, también puede adquirirse por transmisión maternofilial, y se estima que se producen 1,5 millones de embarazos afectados cada año a nivel mundial.3,4 No obstante, si se diagnostica en las primeras etapas, la sífilis puede tratarse con éxito y puede evitarse la sífilis congénita.2,3
Por último, la sífilis también puede transmitirse mediante transfusiones sanguíneas.4 Las pruebas serológicas como la prueba Elecsys® sífilis son el método de preferencia para la detección fiable de anticuerpos totales contra Treponema pallidum en donaciones de sangre y muestras para pruebas clínicas habituales.5