SARS-CoV-2: Una descripción general de la estructura, transmisión y detección del virus
El SARS-COV-2 o coronavirus tipo 2 causante del Síndrome Respiratorio Agudo Grave es un virus ARN monocatenario de la familia Coronaviridae. Los coronavirus comparten similitudes estructurales y están compuestos por 16 proteínas no estructurales y 4 proteínas estructurales: spike (S), envoltura (E), membrana (M) y nucleocápside (N). Los coronavirus causan enfermedades con síntomas que van desde los de un resfriado común leve hasta los más graves, como la enfermedad por coronavirus de 2019 (COVID-19) causada por el SARS-CoV-2 1,2.
El SARS-CoV-2 se transmite de persona a persona principalmente a través de gotitas respiratorias o por transmisión indirecta a través de superficies contaminadas3-6. El virus accede a las células huésped a través de la enzima convertidora de angiotensina 2 (ECA2), que es más abundante en los pulmones 7,8.
El período de incubación de la COVID-19 varía entre los 2 y 14 días después de la exposición y la mayoría de los casos muestran síntomas aproximadamente de 4 a 5 días después de la exposición 3,9,10. El espectro de infección sintomática varía de leve (fiebre, tos, fatiga, pérdida de olfato y sabor, falta de aliento) a crítico 11,12. Si bien la mayoría de los casos sintomáticos no son graves, la enfermedad grave ocurre predominantemente en adultos con edad avanzada o con comorbilidades médicas subyacentes y requiere cuidados intensivos. El síndrome de dificultad respiratoria aguda (SARS) es una complicación importante en pacientes con enfermedad grave. Los casos críticos se caracterizan, por ejemplo, mediante insuficiencia respiratoria, shock y/o fallo o disfunción múltiples de órganos 11,13,14.