La trombofilia es la predisposición a desarrollar coágulos sanguíneos.
La tromboembolia venosa o TEV es un coágulo sanguíneo que se forma en la vena. Afecta a una de cada mil personas al año,1 y es la causa de más muertes anualmente que el cáncer de mama, el VIH y los accidentes de tráfico combinados.2 La TEV se presenta clínicamente como trombosis venosa profunda (TVP), o coágulos sanguíneos en las piernas, la pelvis o, en ocasiones, otras ubicaciones. Si una trombosis venosa profunda se rompe y se desplaza por el torrente sanguíneo hasta los pulmones, puede provocar una obstrucción potencialmente mortal conocida como embolia pulmonar (EP). La muerte súbita es el primer síntoma clínico para casi una cuarta parte de los pacientes con embolia pulmonar.3