La ITS curable más frecuente
Trichomonas vaginalis es una infección de transmisión sexual muy frecuente que causa 143 millones de casos cada año (OMS). Es el único parásito protozoario que infecta el aparato genital y es la enfermedad de transmisión sexual no vírica más frecuente en el mundo.
El microorganismo se transmite a través de contacto sexual así como de la madre al bebé en el parto. (CDC) Durante la infección la T. vaginalis se adhiere a las células epiteliales del aparato urogenital, donde activa vías metabólicas que causan una respuesta inflamatoria en el tejido del huésped. Esto provoca irritación y, en ocasiones, flujo purulento espumoso de la uretra.
Además de estos síntomas desconcertantes, el parásito aumenta el riesgo de adquirir y diseminar el VIH, lo que limita los esfuerzos mundiales por reducir las ITS. Paradójicamente, la TV es la ITS curable más frecuente del mundo, aunque la mayoría de los pacientes no buscan tratamiento porque desconocen que están infectados. Hasta el 70 % de los pacientes son asintomáticos, lo que dificulta el diagnóstico y el tratamiento de la afección. La naturaleza asintomática del parásito también contribuye a una cantidad significativa de transmisión silenciosa entre parejas, lo que aumenta la carga de la enfermedad en grandísima medida. Con una supervisión mundial limitada y una incidencia cada vez mayor, la TV es un problema de salud de rápido crecimiento.
Retos complejos asociados a la TV
Trichomonas vaginalis es un parásito peligroso con capacidad para causar efectos secundarios graves y complicaciones si no se trata. En mujeres la infección puede provocar enfermedad inflamatoria pélvica, uretritis, infertilidad y complicaciones para recién nacidos, como infección posterior a aborto, peso bajo al nacer y parto pretérmino. En varones la infección puede provocar uretritis dolorosa y prostatitis crónica. Estas secuelas nocivas adquieren una dificultad de tratamiento cada vez mayor ya que provocan un daño permanente para el cuerpo.
Los métodos de detección clínica y las herramientas de diagnóstico contribuyen a impedir estos resultados desafortunados. Desempeñan un papel fundamental no solo en descubrir la presencia o ausencia de infección, sino en contribuir a supervisar y prevenir estas consecuencias a largo plazo nocivas a través de la supervisión y el cribado.
Avanzando hacia el futuro
Debido a la naturaleza asintomática de TV, las herramientas de diagnóstico rápidas con PCR son el método más sencillo y fiable para detectar el parásito. Estos mecanismos diagnósticos de laboratorio eficaces son críticos en el control de la infección y el estudio de la patogenia de la enfermedad. Aproximadamente 1 de cada 5 personas vuelven a contraer la infección en los 3 meses posteriores a recibir tratamiento para la TV, por lo que el tratamiento de la infección y la detección sistemática continua son fundamentales para reducir la diseminación silenciosa de la infección y, por tanto, reducir la prevalencia de la enfermedad.
El ensayo de trichomonas vaginalis de Roche es una prueba altamente sensible y específica que puede realizarse en muestras recogidas por el propio paciente o por el médico. Con estos pacientes pueden proporcionarse resultados precisos y fiables para determinar nuevos pasos en el tratamiento de la ITS.