La práctica de la medicina sigue siendo un arte, pero es la ciencia lo que determina las decisiones que adopta el médico. Y la ciencia nunca termina. Todos los días, la investigación médica añade más información a la base de conocimientos generales acerca de las causas de enfermedad, opciones de tratamiento y las formas en las que los pacientes responden.
Ese es el reto al que se enfrenta la atención sanitaria, cómo recoger esta cantidad ilimitada y compleja de información y extraer los aspectos más importantes para adoptar la decisión adecuada en el momento adecuado. Por suerte, el diagnóstico avanzado y los datos de atención sanitaria acumulados están contribuyendo a convertir dicha complejidad en seguridad, lo que beneficia a los médicos, pacientes y sistemas sanitarios de todo el mundo.