Una infección molesta
Solo en Estados Unidos, las infecciones por staphylococcus aureus (SA) y staphylococcus aureus resistente a la meticilina (MRSA) suponen una carga para el sistema sanitario de aproximadamente 9500 millones y 20 000 millones en costes sanitarios anuales, respectivamente.1,2
Además, estas cifras económicas impactantes solo representan una fracción de la carga atribuida a las infecciones por MRSA y SA. Los pacientes hospitalizados registran estancias prolongadas y sufrimiento, lo que da lugar a costes tangibles e intangibles que se añaden a los precios considerables asociados a las tasas de morbimortalidad aumentadas debidas a infecciones por MRSA/SA.
La infección por MRSA es una infección bacteriana que causa la misma infección que el SA. Sin embargo, es peligroso debido a su resistencia a muchos antibióticos que tratan con éxito el SA normal. Se transmite a través de contacto bacteriano con una herida, corte o incluso pelos encarnados y una quemadura por rasurado en la superficie de la piel. Esta transmisión puede proceder de la piel de otra persona con SA o de una superficie ambiental colonizada. Cuando llega al cuerpo se multiplica, invade el tejido del huésped y provoca inflamación e infección graves.3
Está bien establecido que el SA se halla con frecuencia como parte de la flora normal en la piel y en el tubo digestivo del 30 % de la población sin efectos negativos para el portador.4 Sin embargo, hasta el 93 % de las infecciones nosocomiales por SA se deben a la propia flora colonizada del paciente.
La necesidad de una vigilancia fiable
A menudo, las bacterias residen sin causar daños en localizaciones específicas del organismo. Sin embargo, cuando se desplazan en el interior del organismo o hacia otras cavidades, la bacteria empezará a provocar síntomas.5 Por tanto, los pacientes colonizados, en concreto, presentan un mayor riesgo de desarrollar infecciones en el sitio quirúrgico, lo que da lugar a estancias hospitalarias prolongadas, costes superiores y un riesgo significativamente superior de muerte. De hecho, los portadores de SA nasal tienen 9 veces más probabilidades de desarrollar una infección en el sitio quirúrgico que los no portadores.6 El transporte nasal de SA es también un factor de riesgo importante para la autoinfección en los pacientes con diálisis, en la UCI y con quemaduras.7
Una infección en el sitio quirúrgico relacionada con MRSA/SA no detectado provoca:
- Estancias hospitalarias prolongadas
- Mayor resistencia de los microorganismos a los antimicrobianos
- Carga emocional para los pacientes y sus familias
- Mayor número de fallecimientos
El sufrimiento humano y la carga económica sustanciales de estas infecciones endémicas impulsan una necesidad urgente para que los centros de atención sanitaria establezcan una supervisión eficaz para el control y la prevención de infecciones.
La función de los laboratorios de microbiología
En un estudio publicado en New England Journal of Medicine se demostró que los programas que utilizan detección molecular rápida de colonización por SA seguido de descolonización dirigida se observó una reducción del 60 % en las infecciones en el sitio quirúrgico.8
Para abordar el problema en evolución del MRSA/SA, un número cada vez mayor de hospitales están colaborando con laboratorios de microbiología para incorporar cribado de MRSA/SA y vigilancia para identificar y controlar estas infecciones.
Los laboratorios de microbiología constituyen las primeras líneas de defensa para la detección de MRSA/SA, pandemias imprevistas y brotes. Al poner en práctica un programa de vigilancia fiable que detecte con rapidez y precisión a los pacientes colonizados, la microbiología clínica y el control de las infecciones pueden ayudar a reducir la carga mundial y la propagación de estas costosas infecciones.
“Si eludimos los procedimientos tradicionales de “cultivo e identificación posterior” en microbiología clínica, las pruebas moleculares proporcionan una velocidad sin precedentes para la obtención de los resultados de colonización o infección por MRSA y C. diff.
Dependiendo de la infraestructura local, pueden conseguirse resultados en el mismo día. De este modo, los clínicos pueden iniciar medidas de aislamiento adecuadas o esquemas de erradicación de antibióticos eficaces sin retraso, en beneficio tanto del paciente afectado como de las personas en contacto.”-
- Professor Dr. Udo Reischl