La reacción en cadena de la polimerasa, o PCR, se ha convertido en una herramienta de referencia para el diagnóstico y la supervisión de enfermedades. En la actualidad pueden encontrarse pruebas de diagnóstico basadas en PCR en los laboratorios de todo el mundo. Roche ha realizado importantes inversiones para el desarrollo de aplicaciones de análisis que utilizan tecnología ganadora de un premio Nobel.
Desde su concepción en 1983, la PCR se ha utilizado en numerosos ámbitos de las ciencias biológicas para permitir el estudio del ADN individual. Ya sea para determinar el pedigrí de un perro o un caballo o para verificar la paternidad de un niño o exculpar a alguien acusado de forma errónea de un crimen, la PCR ha entrado en nuestras vidas diarias. Para permitir el estudio preciso de nuestros propios códigos genéticos, la PCR nos ha abierto los ojos al hecho de que, aunque nuestro ADN es similar, cada uno tenemos diferentes secuencias que nos hacen únicos. Mediante el análisis del ADN permitido por la PCR, los científicos han sido capaces de:
Mediante el análisis del ADN permitido por la PCR, los científicos han sido capaces de:
La PCR aparece en películas y programas de televisión populares y fue la inspiración para Parque Jurásico, el libro y la película de éxito de Michael Crichton acerca de los dinosaurios que recuperaron la vida gracias a que su ADN, que se halló conservado en ámbar, pudo copiarse a través de la PCR.
Todas las noches, la PCR puede verse en acción en series de lucha contra el crimen que utilizan tecnología de ADN forense para identificar sospechosos.1 En un plató de cine reciente, los actores aprendieron cómo realizar PCR, para ayudarles a sentirse identificados con los procesos científicos explorados en la película.2
Con frecuencia la PCR se ha reconocido como uno de los descubrimientos científicos más importantes del siglo XX. Basándose en su amplia influencia en el ámbito académico, así como en la industria, el alcance y el impacto de la tecnología pueden seguir creciente y ayudarnos a desvelar los misterios escondidos en nuestros códigos genéticos.
Referencias bibliográficas