Las enfermedades infecciosas son cada vez más difíciles de tratar. Aunque se dedica mucho esfuerzo sanitario a prevenir la propagación de la enfermedad y los tratamientos asociados, se presta menos atención al impacto que estas infecciones tienen en el entorno sanitario más amplio, especialmente en los laboratorios.
Es de vital importancia que los laboratorios estén equipados para gestionar picos repentinos de demanda en los peores escenarios posibles, como pandemias. Sin embargo, el apoyo a las inversiones en medidas preventivas ha sido un reto histórico. En este sentido, el amplio impacto socioeconómico de la pandemia de SARS-CoV-2 provocó la necesidad de un cambio en la preparación y la mentalidad de inversión.
La disponibilidad de sistemas moleculares y soluciones serológicas flexibles, un amplio menú de ensayos de IVD y caso de uso de alta calidad, una cadena de suministro global fiable y un soporte de expertos pueden posicionar a los laboratorios para el éxito en el tratamiento de enfermedades infecciosas actuales y futuras, al tiempo que permiten la escalabilidad para reaccionar ante una situación de brote.