Ocho de cada 10 personas con hepatitis C no saben que están en riesgo.1
La hepatitis C es una enfermedad inflamatoria del hígado causada por la infección del virus de la hepatitis C (HCV). El HCV puede causar hepatitis aguda y crónica con consecuencias a largo plazo para los pacientes, como fibrosis, cirrosis, cáncer de hígado y la muerte.2
Desde el descubrimiento del HCV en 1989, se han realizado enormes avances diagnósticos y terapéuticos.3 Desde 2016, la disponibilidad de tratamientos muy eficaces, diseñados a partir de antivíricos de acción directa, se traduce en que más del 95 % de las personas se pueden considerar curadas tras el tratamiento.4 Sin embargo, la carga de la enfermedad de la hepatitis C sigue siendo significativa: en todo el mundo, 58 millones de personas viven con una infección crónica por el HCV.1 Solo en 2019 se produjeron 1,5 millones de nuevas infecciones y 290 000 personas murieron por causas relacionadas con la infección por el HCV.1